Pontón de la Oliva
18 febrero 2011A 8 kilómetros de Patones se encuentra uno de los mayores legados que la reina Isabel II dejó en esta zona del noreste de la Comunidad de Madrid y en plena sierra de Ayllón de la provincia de Guadalajara, el Pontón de la Oliva, es una de las presas más antiguas que gestiona el Canal de Isabel II, actualmente está en desuso y permanece como atractivo turístico – visual y un lugar elegido por los apasionados de la escalada en Madrid.
Durante el año 1848 en la ciudad de Madrid hubo una crisis por la falta de abastecimiento de agua, la ciudad crecía muy rápido, más que los servicios que podía ofrecer, es por ello que el ministro Bravo Murillo encargado de las obras publicas de la ciudad decidió buscar soluciones para el abastecimiento de agua en la ciudad, entonces se presento un proyecto para canalizar las aguas de los ríos de la sierra madrileña hasta la ciudad, uno de ellos fue embalsar las aguas del río Lozoya en una presa ubicada en el Cerro de la Oliva, aquí fue donde se construyó el Pontón de la Oliva y mediante un canal de 77 kilómetros se abasteció con estas aguas a la capital del reino.
Actualmente la presa no retiene las aguas del río Lozoya, es más, se ha abierto un canal escavado en la roca para que el río fluya con normalidad, esto deja al pie de la presa un pequeño remanso de aguas cristalinas y un excelente lugar para visitar y pasar el día, justo encima del túnel que traslada el agua del río hay otro túnel de servicio por el que se puede acceder para pasar al otro lado de la presa.
El otro lado de la presa es el lugar elegido por cientos de aficionados a la escalada, la sierra del Ayllón es partida en dos por el curso del río Lozoya y sus paredes lisas dan una verticalidad excepcional para practicar este deporte, para acceder al lugar, podéis pasar por el pequeño túnel de servicio que os he indicado antes o cruzar por la parte superior de la presa y coger una senda donde se unen varios senderos de gran recorrido como son el GR-10 y el GR-88 hasta llegar a una pequeño sendero que baja hasta la ribera del río.
En las inmediaciones del Pontón de la Oliva hay un pequeño poblado de casitas, actualmente son casas particulares de fin de semana, hay también un bar con menú del día, durante la construcción de la presa muchas de esas casas eran barracones, pues la mayoría de los peones constructores eran presos de las guerras carlistas.
En la pared noroeste que envuelve el cauce del río Lozoya hay un pequeño paseo vallado acoplado en la roca, aún se pueden observar resquicios de cadenas y estructuras que aguantarían un pequeño puente que colgaba de allí, también hay inscripciones en las rocas, como cruces y además se pueden observar aperos y material de escalada contemporáneo.
El muro de la presa está hecho a base de grandes piedras de forma rectangular, tiene una altura de 27 metros y una anchura en la base de 39 metros, en su pie en lado de retención de aguas es más ancha y se va escalonando hacia arriba para poder soportar en su época la presión de las aguas, debido a su forma de construcción, rápida, sin controles de calidad adecuados y que la mayoría de los constructores eran presos renegados y enfermos de cólera, la presa no duró mucho, enseguida el agua se filtro por sus grietas y tuvo que dejarse en desuso por seguridad ya que no podía soportar la presión del agua.
Desde el mirador colgante de uno de los muros que bordean el río Lozoya se puede contemplar un paraje espectacular con la montaña de fondo usada por escuelas de escalada para impartir sus clases, es desde aquí donde salen dos senderos, uno que discurre por la sierra siendo este un antiguo camino del personal del Canal de Isabel II y un segundo sendero que discurre por la ribera del río Lozoya hasta la presa de Navarejos.
En las inmediaciones del aparcamiento habilitado para visitar la presa del Pontón de la Oliva se pueden observar carteles e incluso edificios del Canal de Isabel II, toda esta zona está plagada de patrimonio histórico del Canal, toda esta parte de la sierra alberga caminos de servicio con viaductos acueductos de agua, muchos de ellos aún se siguen utilizando para gestionar las aguas del embalse de Atazar.
Sin duda, visitar esta zona, la majestuosidad de la presa en desuso, recorrer estos senderos y observar a los escaladores en acción es una muy buena opción para conocer lugares interesantes de esta zona limítrofe con Guadalajara, os invito a que visitéis alguna vez.
Podéis ver más fotos (59) en el set de Flickr: El Pontón de la Oliva
Donde esta el Pontón de la Oliva
me parece impresionante que en 1848 hubieran construido una infraestructura semejante…
Buen reportaje
Gran reportaje muy completo, y fenomenales las fotos, me gustaría aportar datos técnicos y curiosos:
Esta presa fue la última construida por procedimientos romanos, solo 20 años despues se costruyo la presa del Villar que nada tiene que ver con esta, ni en formas ni materiales, esta presa apenas llegó a almacenar agua por el material de las laderas que filtraban. La presa y el canal que nace en ella (canal de Isabel II) fueron construidos por presos carlistas durante 7 años (1851-1858).
Como anecdotas se dice que a lo largo del camino, los aros que se pueden encontrar se empleaban para atar a los presos no obedientes, y que el resto de presos se burlaran y mofaban de ellos, y las cruces, se cuenta que se marcaban donde habia un muerto. Esto nada tiene de cierto, ya que los aros se empleaban, como bien dices, para sujetar las estructuras de construcción, y las cruces eran puntos de referencia para la topografía.
Existe una galeria a través de la montaña que comunica el canal con la presa del Villar, ya que como esta presa apenas llegó a abastecer la ciudad (porque no almacenaba por las filtraciones) se decidió construir una presa en un lugar más conveniente que si garantizara el abastecimiento.
Woooow, muchísimas gracias por tu comentario, muy instructivo.