Pinturas Rupestres en la Cueva Chiquita de Cañamero
11 noviembre 2011Durante el evento del pasado fin de semana, Yokmoktree en Extremadura, pudimos descubrir las Pinturas Rupestres en la Cueva Chiquita, uno de los primeros geositios del geoparque de la comarca Villuercas, Ibores y Jara, ubicada muy cerca de Cañamero en pleno barranco del río Ruecas. Es un gran entrante en la roca donde se han recuperado restos de pinturas rupestres que poco a poco se han ido deteriorando por vandalismo o simple dejadez.
Tras recorrer poco menos de 2 kilómetros desde la localidad extremeña de Cañamero llegamos por una pista forestal hasta en enclave donde se encuentra este enorme abrigo de piedra cuarcita, la Cueva Chiquita, el acceso ha sido recientemente restaurado, haciendo algo más fácil con una escalera natural que sube hasta esta semicueva, una puerta de madera delimita el acceso aunque está abierto al público siempre, se han montado unas pasarelas de metal con unos paneles informativos (un poco deteriorados por algún vándalo) donde se explican y se interpretan algunas de las pinturas rupestres que se pueden ver en este abrigo a los pies del río Ruecas.
La mayoria de las pinturas que se pueden ver en Cueva Chiquita son esquematicas, trazos de barras con algún que otro punto, marcadas a dedo con unguentos oxidos y algún que otro tinte natural, puede parecer sangre pero si hubiese sido sangre, la humedad y la erosión la hubiesen echo desaparecer.
Cerca de algunas pinturas hay pegatinas que los investigadores han dejado marcadas para su estudio, todas las pinturas tienen más o menos los mismos trazos, pero hay una que destaca, y por la que le viene el nombre a la Cueva Chiquita, es la pintura de lo que parece una culebra chiquita, un dragón pequeño, todo esto viene de una leyenda que narraba sobre un pastor que recogió una culebrilla del río Ruecas y se la subió al abrigo de lo que actualmente es la Cueva Chiquita, allí la cuidó, la dio de comer y creció con él, de hecho la llamó «Chiquita», al poco tiempo el pastor fue llamado a las armas y se marchó a combatir a alguna guerra de esa época, tras años de contienda cuando el pastor volvió la culebrilla se había convertido en un enorme dragón (como el de la pintura) y se lo comió.
Sin duda, Extremadura es una tierra plagada de pinturas de nuestros ancestros y Victor de Ciudad Dormida se ha encargado bien de buscarlas y retratarlas, no os las perdáis en su blog: Arte Rupestre en Extremadura
Podéis ver más fotos en el set de Flickr: Yokmoktree en Extremadura
¿Dónde está la Cueva Chiquita?