
Humilladero de los Cuatro Postes de Ávila
13 febrero 2018Siempre he dicho que para empezar a visitar un ciudad lo suyo es empezar por uno de sus miradores y así hacerte una idea de la belleza de la misma, en el caso de Ávila, el mejor mirador para contemplar la monumentalidad de la misma es sin duda el Humilladero de San Sebastián, aunque es más conocido como Los Cuatro Postes, un monumento religioso que domina la ciudad desde poniente, formado por cuatro columnas dóricas de granito, donde podemos ver el escudo de la ciudad y en el centro una cruz de granito, sin duda, lugar muy frecuentado por los turistas que visitan Ávila, desde donde hay una panorámica espectacular del conjunto amurallado y todo ello gana en vistosidad si ha nevado recientemente como fue el caso durante nuestra última visita.
El monumento de Los Cuatro Postes de Ávila se sitúa en una colina al oeste, en el margen izquierdo del río Adaja aguas abajo, hay un desvío desde la N-110 y una explanada a modo de aparcamiento, sin duda, es una de las primeras paradas a realizar antes de adentrarse a conocer la ciudad, desde allí hay una impresionante panorámica de las murallas y del arrabal de San Segundo, una zona industrializada donde aún quedan restos de molinos harineros y donde se llevaban a cabo ciertas actividades como las tenerías, batanes y telares, desde allí también se contempla la ermita de San Segundo, emplazada al margen derecho del río Adaja y en la cual se encontraron los restos del que pudo ser el primer obispo de Ávila.
El Humilladero de los Cuatro Postes se levantó en 1566 por el maestro cantero Francisco de Arellano a ordenes del corregidor Rodrigo Dávila, el lugar elegido es debido a la leyenda que cuenta que fue el lugar donde Francisco de Cepeda, interceptó a Teresa de Jesús y su hermano Rodrigo cuando eran niños, que influenciados por las lecturas de libros de aventuras de caballería quisieron vivir la aventura de ir hacia el sur para evangelizar a moros infieles y morir como mártires a manos de estos, años después, cuando Teresa fue expulsada de la ciudad, paró allí mismos en Los Cuatro Postes y soltó la famosa frase «De Ávila, ni el polvo».
Sin duda, es un lugar espectacular para empezar una visita a la ciudad, aprovechando estos días que había nevado fuimos a dar una vuelta por los alrededores de Ávila y así disfrutar de una ciudad tan monumental como Ávila con un manto blanco de nieve, mucha gente pensó como nosotros y el lugar estaba abarrotado, los niños haciendo muñecos de nieve y los papás selfies con las murallas de fondo, me gusto bastante la obra de un artista local que encontramos allí, plantó su taburete, su caballete, sacó sus pinturas y en unas horas había realizado un impresionante cuadro con una bonita panorámica de la ciudad.
Podéis ver más fotos en el set de Flickr: Ávila nevada
Más Información: La leyenda de los cuatro postes