
Piscinas Naturales de Navaluenga
29 agosto 2021Las piscinas naturales de Navaluenga se han convertido en un sitio ideal para pasar el día en familia y darse un chapuzón en las frescas aguas del río Alberche a tan solo 110 kilómetros de Madrid, no están muy concurridas y disponen de servicios como aparcamiento gratuito, pradera con césped, duchas y escaleras para facilitar el acceso al agua, así como varios bares y chiringuitos cerca para comer o tomar un refrigerio.
Lugares de interés
Navaluenga se sitúa en la Reserva Natural del Valle de Iruelas, en plena vega del Alberche entre las estribaciones de la Sierra de Gredos por su cara norte y la Sierra del Valle por el sur, si sitúa a los pies del embalse de Burguillo donde río Alberche es retenido por primera vez.
Para llegar hasta las piscinas naturales de Navaluenga hay que desviarse por la AV-902 que sale de la carretera N-403 que viene de San Martín de Valdeiglesias, una vez en el pueblo no hay perdida, hay que bajar hasta el río Alberche en la calle Tejar, allí hay dos grandes zonas de aparcamiento gratuito.
Las aguas del río Alberche son remansadas gracias a dos pequeños diques temporales que el ayuntamiento de Navaluenga cierra en época estival, la mejor zona es sin duda la zona que hay entre el puente románico del siglo VXI y otro más moderno de la década de los 50.
Aquí es donde se sitúan las piscinas naturales de Navaluenga, una pradera de césped muy bien cuidado y tres hileras de árboles que dan bastante sombra, en la pradera hay duchas y escaleras de aluminio para facilitar el acceso al agua.
La profundidad de las piscinas naturales de Navaluenga es de 1,60 metros, el fondo es arenoso, salpicado de cantos rodados y sus aguas son de color oscuro debido a la cantidad de sedimentos vegetales que hay en el fondo, quizás a principios del verano las aguas sean más cristalinas, aún así me parecieron de buena calidad y limpias y no está tan fría como pueda parecer.
En frente de la pradera de césped hay un pequeño espacio de arena con acceso al agua, en la parte sur, tras el puente moderno también hay pradera de césped y hay un dique fijo que represa las aguas del Alberche, pero está zona tiene más piedras, más profundidad y peor acceso al agua.
En la parte norte, justo por encima del puente románico, también hay una pradera de césped, algo más separada del cauce del río, aquí el acceso se hace por una pequeña playa de arena tosca, pese a que las aguas siguen oscuras, me dio la impresión de que aquí estaban más limpias y cristalinas las aguas.
Se prohíbe la entrada de mascotas a las piscinas naturales de Navaluenga, para ello se ha habilitado aguas abajo una pequeña playa de arena tosca a la que se llega por un sendero desde el puente moderno al margen derecho del río Alberche.
Protocolo y medidas frente al Covid-19
Esperemos que el próximo año vuelva la normalidad a nuestras vidas, pero este aún hay que tomar precauciones y seguir unas normas, las piscinas naturales de Navaluenga están controladas por personal del ayuntamiento, van con chalecos amarillos y realizan un control del aforo y de que se cumplan las normas como respetar la distancia de seguridad de 1,5 metros entre personas no convivientes, se prohíbe jugar a la pelota en toda la zona de césped, no se pueden realizar pic-nic o comidas en la pradera de cesped, así como montar mesas para comer, se puede comer en los bares y restaurantes de la zona, aunque vimos a gente comiendo en la zona de aparcamiento de tierra que hay pasado el puente románico.
Sin duda, la imagen de las piscinas naturales con el puente románico de fondo es el sello de identidad de Navaluenga.
Durante el siglo XVI se llegó a un acuerdo comunal en el concejo de Burgohondo para construir el puente de Navaluenga y así solventar la barrera natural que ofrecía el río Alberche y que impedía el traslado del ganado a la sierra, así fue como se construyó este bello puente de cuatro arcos de medio punto que hoy en día se ha convertido en objeto de fotografías y paseos sobre él, en su construcción se siguió un estilo que recuerda mucho a los puentes romanos, levantado con enormes sillares de granito extraído de la Sierra de Gredos y dotado de dos enormes tajamares aguas arriba.
Hoy en día, el puente está restaurado y no se permite el paso de vehículos sobre él, su principal uso es el de comunicar a pie con el sur de la localidad de Navaluenga, pues una parte del municipio está en la otra orilla y está comunicado por un puente más moderno habilitado para el paso rodado.
En definitiva, las piscinas naturales de Navaluenga están muy bien y está relativamente cerca de Madrid, 110 kilómetros, cerca de 1:30 horas en coche, un buen plan para venir en familia en una escapada de un día o de fin de semana, si en algo se caracteriza Navaluenga es en su gran oferta de alojamientos rurales.
Puedes ver más fotos en el set de Flickr: Piscinas Naturales de Navaluenga
Más información: Navaluenga
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