Ávila, una ciudad accesible
11 abril 2011El pasado fin de semana del 9 al 10 de abril de 2011 se celebró en Ávila un evento muy interesante, el Ávila Blog Weekend, 3 viajeros sin límite con diferentes discapacidades, Virginia invidente, Fefa con movilidad reducida en las piernas y Toni en silla de ruedas descubrieron de primera mano la accesibilidad de la ciudad de Ávila donde desde hace 2 años se han ido implantando medidas para potenciar el turismo de estas personas que ven en muchas de estas ciudades monumentales un sin fin de barreras impidiéndolas disfrutar de uno de los placeres de esta vida, viajar y conocer la historia de nuestras ciudades.
Llegamos en tren y una de las primeras barreras fue solventada sin problemas, todos los trenes de larga distancia disponen de un vagón adaptado para las sillas de ruedas, luego Adif y Renfe disponen en todas sus estaciones de un servicio de asistencia a personas con movilidad reducida, este servicio lo ofrece Atendo y proporciona información y ayuda en todo momento.
Tras dejar las maletas en el Hostal Puerta Alcazar, descubrimos por la silla de rueda de Toni una de las barreras más difíciles de solventar, el adoquinado de la ciudad, toda ciudad histórica conserva en su casco antiguo el adoquinado en las calles, en Ávila se ha intentado hacer más liso, pero aún así los huecos entre piedra y piedra hace que la rueda de la silla se trabe haciendo un poco difícil la circulación.
Más tarde visitamos el centro visitantes, recogimos unos planos de la ciudad, allí se pueden contratar visitas personalizadas y una de las cosas que más me sorprendió fueron las maquetas de algunos de los monumentos más representativos de la ciudad, estaban elaboradas en madera con inscripciones en braille y eran totalmente palpables, también había pantallas informativas con lenguaje de signos.
Realizamos una visita a la Basílica de San Vicente, todos los accesos a este templo estaban cuidados, hasta un simple canalón de 10 cm en el suelo que para nosotros pasa desapercibido disponía de chapas que hacían factible el paso de una silla de ruedas, moverse por el interior del templo era fácil, no había ningún problema, tan solo el impedimento de no poder bajar a visitar la cripta por disponer de escaleras, en la entrada de la iglesia había una maqueta palpable en braille donde Virginia podía hacer una idea de donde estaba y de las características arquitectónicas de la Basílica de San Vicente.
Nuestra visita seguía recorriendo parte de la muralla este de Ávila, nuestra guía Mª José nos contaba historias y leyendas de la construcción de esta magnífica muralla, se conserva la totalidad de la misma, unos 2 kilómetros de diámetro y gran parte se puede visitar, solo el tramo oeste está adaptado para las personas de movilidad reducida. Gran parte los muros de la muralla fueron construidos aprovechando las losas de una antigua necrópolis romana, y se pueden ver claramente diferenciadas estas losas a lo largo del perímetro de la muralla.
Tras cruzar las murallas y entrar en la ciudad antigua, descubrimos la monumental Catedral del Salvador de Ávila, está en reformas, la entrada cuesta normalmente 4€ y el importe integro va para la conservación del patrimonio, los techos de la catedral son increíbles, una de las cosas que más me llamó la atención fue que gran parte de la catedral está construida con una piedra ferrosa que da origen a unas siluetas en los muros muy curiosos, la catedral de Ávila también dispone de maquetas de sí misma palpables para que los invidentes puedan hacerse una idea de las paredes, columnas y la monumentalidad del templo. Quizás algunos bancos del altar mayor están muy juntos y hacen imposible moverse con facilidad en esa zona, pero el resto está totalmente adaptada sin cambios de nivel.
Tras una agradable comida en el Restaurante Reyes Católicos, unos taxis nos trasladaron hasta el Real Monasterio de Santo Tomas, muy famoso por ser residencia de vacaciones de los Reyes Católicos, me sorprendió un poco que para acceder al monasterio hubiese una rampa para la silla de ruedas, pero esta rampa terminaba en un escalón de unos 10 cm que hacían un poco inútil esta rampa, por lo menos para subir, moverse por el templo era fácil con la silla, pero los claustros no estaban preparados, había bordillos insalvables y el adoquinado era irregular, así que nuestro amigo Toni disfruto desde las ventanas de esos magníficos claustros.
A última hora del sábado visitamos el Palacio de los Serrano, un lugar totalmente accesible donde se realizan exposiciones temporales, tuvimos la oportunidad de disfrutar de los cuadros contemporáneos de Eugenio López Berrón.
La noche caía en la ciudad monumental de Ávila y tras una peculiar cena en el Café Norte dentro del palacio de congresos de la ciudad con estas mágnficas vistas durante la cena, nos alojamos en el Hostal Puerta Alcazar, uno de los pocos alojamientos accesibles de la ciudad de Ávila, teniendo en la planta baja 4 habitaciones preparadas para personas con movilidad reducida.
Ya el domingo por la mañana recorrimos gran parte del casco histórico de Ávila en el «Murallito» un pequeño tren que realiza visitas de 30 minutos de duración a lo largo de todo el exterior de las murallas y parte del centro de la ciudad, su último vagón está adaptado con una rampa para subir una silla de ruedas, en todo momento se lleva una megafonía en la que te van contando por dónde vas, historia de los edificios que se ven en el trayecto y una largo etc, el recorrido cuesta 4€ y merece bastante la pena, así tienes una visión global de la ciudad a la vez que disfrutas de unas magnificas vistas de todo el recorrido de la muralla.
Finalizamos la visita a la ciudad de Ávila descubriendo la parte oeste de las murallas, desde hace 2 años, ese tramo de la muralla es accesible con un ascensor y varias rampas para que una silla de ruedas pueda circular por lo alto de la muralla, el adoquinado se ha intentado hacer los más liso posible para que la rueda circule bien y se ha ensanchado un poco para que la silla pase sin problemas, tan solo son como 300 metros de muralla, pero algo es algo, el resto es algo más difícil al estar en pendiente, nos contaban que el día que esta rampa se inauguró el primer hombre que subió en silla de ruedas era un anciano que llevaba viviendo en la localidad 80 años y nunca había podido subir a sus murallas, aquel día la emoción y la alegría le sobrecogieron.
La visita a las murallas cuesta 4€ y la parte oeste es gratuita para personas con movilidad reducida de cualquier nivel y para su acompañante.
Pues este ha sido un breve resumen de mi experiencia viajera acompañando a personas con discapacidad, personalmente opino que los que no tenemos ningún impedimento físico no nos damos cuenta de las barreras que pueden tener estas personas, desde un simple escalón hasta un adoquinado que entorpece la circulación de una silla de ruedas, creo que este viaje me ha abierto los ojos a la hora de hacer turismo y pensar en estos pequeños obstáculos que pueden ser solventados muy fácilmente, pero para ello el organismo que los gestione debe ponerse a trabajar duro.
Conocía Ávila, pero no desde este punto de vista y me ha gustado, a mi parecer, sí, Ávila es una ciudad accesible, tendrá alguna carencia, pero hay que pensar que las ciudades no se hicieron pensando en este aspecto y creo que en Ávila estan haciendo una gran labor para potenciar este target de turismo y darle una oportunidad magnifica de visitar la ciuad a personas con impedimentos fisícos.
Podéis ver todas las fotos (294) en el set de Flickr: Ávila Blog Weekend
Me gustan mucho tus fotos interiores… esa nitidez y luminosidad son muy brutales. Pero me quedo con la de las copas y las murallas de fondo… y la de la puesta de sol con las murallas. Bellísimas…
Un gran reportaje Jesús.
creo que es muy importante eliminar todas esas barreras, para que todos puedan hacer una vida por igual
Al final te ha quedado un reportaje estupendo, y las fotos fetén 😉